REFLEXIÓN PARA EL MIÉRCOLES 04-09-13

Les imponia las manos

El pasaje evangélico que nos presenta la liturgia de hoy (Lc 4,38-44), la curación de la suegra de Pedro, aparenta ser uno sencillo, envuelto en la cotidianidad. Jesús ha salido de la sinagoga y va a casa de su amigo Pedro. Es un tramo corto; Pedro vive cerca de la sinagoga. De hecho, la casa de Pedro se ve desde la sinagoga. La suegra de Pedro está enferma, con fiebre muy alta. Nos dice la escritura que Jesús “increpó a la fiebre” y esta se curó. Se riega la voz. Comienzan a traerle enfermos y Él los cura a todos; y hasta echa demonios. Nos hallamos en el último año de la vida pública de Jesús.

Esta escena nos muestra cómo va haciéndose realidad el “año de gracia del Señor” que Jesús había anunciado poco antes en el “discurso programático” pronunciado en la sinagoga de Nazaret (Lc 4,19). Jesús sigue manifestando su poder, hasta los demonios saben que Él es el Mesías: “Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías”.

Tres cosas queremos resaltar de este pasaje.

En primer lugar, vemos cómo tan pronto Jesús curó a la suegra de Simón, ella “levantándose enseguida, se puso a servirles”. Jesús nos llama a servir de la misma manera que Él lo hace. Su vida terrenal se desarrolló en un ambiente de servicio amoroso al prójimo. Él nos llama a todos. Si hemos de seguir sus pasos tenemos que poner nuestros carismas al servicio de los demás, compartir las gracias que Él nos ha prodigado. Y no se trata de hacerlo “mañana”. No, hemos de hacerlo con la misma prontitud que Él lo hace. Tenemos que estar prestos a servir cuando se nos necesita, no “cuando tengamos tiempo”. Esa es la característica distintiva del verdadero discípulo de Jesús.

Otro detalle que cabe resaltar es cómo Jesús curaba los enfermos “poniendo las manos sobre cada uno”. Él pudo haberlos curados a todos con su mera presencia, o con el poder de su Palabra a todos en grupo. Pero optó por hacerlo de manera personal. Nos está demostrando que para Él todos y cada uno de nosotros es importante, único, especial; que nos ama individualmente, que quiere tener una relación personal con cada cual; que no somos “uno más”.

Finalmente, vemos cómo la gente “querían retenerlo para que no se les fuese”; a lo que Jesús les dijo: “También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado”. A veces estamos tan “enamorados” de Jesús que queremos acapararlo, apropiarnos de Él. Nos tornamos egoístas. O peor aún, pretendemos aprovecharle, monopolizarle. Olvidamos que Él vino para todos. Lo mismo aplica a su Palabra. Si pretendemos retener el Evangelio para nosotros lo desvirtuamos. Jesús es la “Buena Noticia”, y si no la compartimos deja de serlo.

En este día que comienza, pidamos al Señor que abra nuestros corazones para recibir el poder sanador de Jesús, producto de su amor, y nos conceda el don de la generosidad para compartirlo con todos, especialmente mediante el servicio a Él y a los demás, como lo hizo la suegra de Simón Pedro.

REFLEXIÓN PARA EL MARTES 03-09-13

Cierra la boca y sal

En la primera lectura de hoy continuamos nuestra lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses. Ayer (1 Tes 4, 13-18) Pablo abordaba el tema del destino que les espera a los que murieron antes de la venida del Señor. En el pasaje de hoy (1 Tes 5,1-6.9-11) Pablo aborda la otra gran preocupación de los de Tesalónica: el tiempo y las circunstancias de la segunda venida del Señor.

Pablo advierte que ese momento puede ser cuando menos lo esperemos, que ha de llegar “como un ladrón en la noche”. Por tanto debemos estar vigilantes. Aquí Pablo utiliza la contraposición luz (gracia)-tinieblas (pecado), y nos exhorta a permanecer en la luz para cuando en Señor regrese no nos sorprenda en la oscuridad. “Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas”.

El relato evangélico que contemplamos en la liturgia de hoy (Lc 4,31-37) nos narra el primer milagro de la “vida pública” de Jesús recogida en los evangelios sinópticos. Jesús acababa de pronunciar su “discurso programático” en la sinagoga de Nazaret (Lc 4,18-21). De ahí bajó a Cafarnaún, ciudad que se convirtió en el “centro de operaciones” de su actividad misionera. Nos dice el Evangelio que allí Jesús enseñaba en la sinagoga los sábados. Estando en la sinagoga, se suscitó el episodio del hombre endemoniado que nos narra la lectura de hoy, y la expulsión del demonio que le poseía.

Se trata de uno de los llamados “exorcismos” realizados por Jesús. Aunque los exégetas están de acuerdo que muchas de esas “posesiones” son en realidad enfermedades como epilepsia o desórdenes mentales, lo cierto es que, no importa cómo las cataloguemos, Jesús demuestra su poder sobre ellas. Poder que se manifiesta a través de su Palabra.

Actualizando ese pasaje a nuestra realidad, si nos examinamos a conciencia, podemos identificar aquellos “demonios” que nos impiden llegar a Jesús y nos mantienen en las tinieblas, alejados de Él y de su mensaje liberador. Esos demonios que cuando Jesús se nos acerca le gritan: “¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros?”

Si abrimos nuestro corazón al Amor de Jesús, y nuestros oídos a su Palabra, esta dirá a nuestros demonios: “¡Cierra la boca y sal!”. Entonces quedaremos liberados de esos demonios que nos mantenían encadenados, y que no pueden resistirse ante el poder esa Palabra que hacía decir a los que veían a Jesús: “¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen.” Es la victoria del Amor infinito de Jesús que vence nuestras debilidades, nuestras impurezas, nuestros egoísmos. Solo así podemos encontrar la verdadera libertad convirtiéndonos en “hijos de la luz”.

En este día pidamos a Jesús que con el poder infinito de su Palabra nos libere de todos aquellos demonios que nos mantienen encadenados y apartados de Él, para que vivamos en la luz.

Exorcista Fortea explica en nuevo libro papel de laicos en lucha contra el demonio

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REDACCIÓN CENTRAL, 16 Abr. 13 / 03:01 pm (ACI).- ACI Prensa pone a disposición de sus lectores, de forma gratuita, el libro “Un Dios Misterioso”, en el que el famoso sacerdote exorcista José Antonio Fortea responde a la interrogante de “¿qué podemos hacer los laicos respecto a la lucha contra el demonio?”.

El sacerdote español señaló que “en todos los países hay grupos de laicos que desean hacer oración de liberación respecto a los malos espíritus”.
“Una de las preguntas que más insistentemente me han hecho en todos mis viajes dando conferencias ha sido: ¿qué podemos hacer los laicos respecto a la lucha…

[continuar leyendo] http://www.aciprensa.com/noticias/exorcista-fortea-explica-en-nuevo-libro-papel-de-laicos-en-lucha-contra-el-demonio-78390/#.UZrH7UvD92E

VIDEO: ¿El Papa hizo un exorcismo en San Pedro?

VATICANO, 20 May. 13 / 03:20 pm (ACI).- El domingo 19 de mayo, Solemnidad de Pentecostés, cuando la Iglesia celebra la efusión del Espíritu Santo sobre la Virgen María y los Apóstoles, el Papa Francisco habría realizado un rito de exorcismo en la Plaza de San Pedro.

Al final de la Misa que presidió por Pentecostés, a la que asistieron más de 200 mil personas en su mayoría pertenecientes a los nuevos movimientos eclesiales, el Santo Padre saludó a los enfermos que estuvieron en la Eucaristía pero se detuvo en uno que estaba acompañado por un sacerdote.

El Papa saludó al muchacho y al presbítero que le comentó que el chico necesitaba un exorcismo. El Santo Padre cambió la expresión en el rostro, se puso serio y colocó ambas manos sobre su cabeza y rezó.

La prensa italiana señala que de acuerdo a algunos exorcistas que han visto las imágenes, el Papa habría hecho una oración de liberación del demonio o un exorcismo efectivamente.

El video de la oración del Papa Francisco será transmitido y comentado el viernes 24 de mayo en el canal TV 2000 de la Conferencia Episcopal Italiana en el programa Vade Retro.

Para ver el video, pulse aquí: http://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-hizo-un-exorcismo-en-san-pedro-en-pentecostes-82046/#.UZrEQUvD92E