Nuevo vídeo en Héctor L. Márquez, O.P. (YouTube): Los últimos serán los primeros – Micro reflexión para el vigésimo quinto domingo del T.O. (A)

En este corto te comentamos el evangelio para el vigésimo quinto domingo del tiempo ordinario (A), que nos presenta la parábola de los obreros de la viña. #evangeliodehoy #evangeliosegunsanmateo #parábolas #obrerosdelaviña #misericordia #misericordiadedios #misericordiadivina #salario  @hectorlmarquezop  #justarecompensa #vidaeterna #recompensa

Nuevo vídeo en De la mano de María TV (YouTube): La corrección fraterna – Micro-reflexión para el domingo 23 del tiempo ordinario (A)

En este corto te comentamos sobre el alcance y sentido de la corrección fraterna entre los seguidores de Jesús.

#evangeliodehoy #correcciónfraterna #discipulosdejesus #perdón #amorfraterno #levítico #deuteronomio #evangeliosegunsanmateo #pecado #leydelamor

No está bien echar a los perros el pan de los hijos – Microreflexión para el domingo 20 de T.O (A)

En este corto reflexionamos sobre el evangelio que nos ofrece la liturgia para este domingo, y el diálogo que se suscita entre Jesús y la mujer cananea que le suplica la curación de su hija, especialmente el significado de la frase de Jesús que sirve de título a este vídeo.

#evangeliodehoy #evangeliosegunsanmateo #cicloa #mujercananea #mujer #pandeloshijos #perros #puebloelegido #actodefe #palabra #salvación  @hectorlmarquezop   @delamanodemariatv  #microreflexión

Nuevo vídeo en Héctor L. Márquez, O.P. (YouTube): ¿Eres terreno bueno? – Micro reflexión para el vigésimo quinto domingo del T.O. (A)

En este corto reflexionamos sobre la parábola del sembrador y el llamado que Jesús nos hace a ser “terreno bueno” para que la semilla de su Palabra de grano.

#parabola #elsembrador #parábolasdelreino #reino #semilla #misteriosdelreino #evangeliodehoy #tiempoordinario #cicloa #opciónpreferencual #humildes #débiles

Nuevo vídeo en Héctor L. Márquez, O.P. (YouTube) – Aprendan de mi, que soy manso y humilde de corazón: Micro-reflexión para el domingo 14 del TO (A)

En este corto reflexionamos sobre la relación entre el evangelio para el 14to domingo del T.O. y las primeras dos Bienaventuranzas; la pobreza de espíritu y la mansedumbre.

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Micro-reflexión para el 7mo domingo del tiempo ordinario (A) – Llamados a ser santos

En el evangelio para este domingo (Mt 5,38-48) Jesús nos hace un llamado a la santidad, a ser “santos e irreprochables ante Él” (Ef 1,4). La misma llamada que Yahvé hace a su pueblo en la primera lectura (Lv 19,1-2.17-18): “Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo”. Esa es la primera vocación del cristiano, por encima de cualquier otro llamado. Y Jesús le da contenido a esa santidad en el Amor.

Micro-reflexión para el sexto domingo del TO (A) – La primacía del amor

En este short compartimos una micro-reflexión sobre el Evangelio para el sexto domingo del tiempo ordinario (ciclo A) que forma parte del discurso de las Bienaventuranzas que Mateo nos presenta en el capítulo 5 de su relato. Se enfatiza la primacía del amor y la disposición interior sobre el cumplimento exterior de la Ley mediante dos ejemplos concretos: El cumplimiento del quinto mandamiento y el culto de adoración a Dios contenido en el primer y tercer mandamientos, y cómo el cumplimiento de estos tiene que reflejarse en mandamiento supremo del Amor.

Micro-reflexión para el domingo V del T.O. (A) – Sal de la tierra y luz del mundo

En este corto vídeo comentamos sobre el significado de ser “sal de la tierra” y “luz del mundo” que Jesús utiliza para describirnos en el Evangelio que contemplamos hoy. Estamos compartiendo tardíamente esta reflexión pues, aunque estaba pre-grabada y salió al aire el sábado en YouTube, estábamos de retiro espiritual durante el fin de semana. Bendiciones.

REFLEXIÓN PARA EL SÁBADO DE LA TRIGÉSIMA CUATRA SEMANA DEL T.O. (2) 26-11-22

“Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir”.

Hoy concluimos el año litúrgico. Mañana comienza un nuevo año con ese “tiempo fuerte” tan especial del Adviento; tiempo de preparación. Y para este día la liturgia nos presenta el final del último discurso de Jesús antes de su pasión (Lc 21, 34-36), el llamado “discurso escatológico” que hemos venido contemplando en días recientes.

Luego de la frase de esperanza que pronunciara en el versículo inmediatamente anterior (“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” – v. 33), Jesús nos exhorta a estar vigilantes, a no dejarnos sorprender por esas “venidas” de Jesús, en especial por la última, la del final de los tiempos, la parusía. A veces nos concentramos tanto en el final de los tiempos, en el juicio final, que olvidamos que el final de cada cual puede llegar en cualquier momento también, y en ese momento tendremos que enfrentar nuestro juicio particular. Por eso tenemos que estar siempre vigilantes, sin permitir que las “cosas” del mundo desvíen nuestra atención de las palabras de vida eterna que Jesús nos brinda: “Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra”.

Jesús, que es verdadero Dios y verdadero hombre, conoce nuestras debilidades, por eso se hizo uno con nosotros. De ahí su constante exhortación a valorar las cosas del Reino por encima de las de este mundo, a mantener nuestro equipaje listo en todo momento, pues no sabemos el momento de nuestra “partida”; hasta que se nos venga encima “como la trampa de un cazador”. Por eso no debemos permitir que los placeres ni las preocupaciones emboten nuestra mente y nuestros corazones.

Jesús nunca nos pide algo sin darnos las “herramientas” para lograrlo: “Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre”. Orar sin cesar, como lo hacía Jesús, y como Pablo exhortaba a los suyos a hacer (Cfr. 2 Ts 1,11; Flp 1, 4; Rm 1,10; Col 1,3; Fil, 4). Leí en algún lugar que “la oración es fuente de poder”. De hecho, la oración es el arma más poderosa que Jesús nos legó en nuestro arsenal para el combate espiritual; un arma tan poderosa que es capaz de expulsar demonios (Mc 9,29).

Si examinamos las vidas de los grandes santos y santas de la historia encontramos un denominador común: todos eran hombres y mujeres de oración; personas que forjaron su santidad a base de oración. Ellos escucharon la Palabra y la pusieron en práctica.

Hoy, pidamos al Señor que nos conceda la gracia de perseverar en la oración, para que cuando llegue el momento, podamos vivir las palabras de la primera lectura de hoy (Ap 22,1-7), uno de mis pasajes favoritos de la Biblia: “Y verán su rostro, y su nombre está sobre sus frentes. Y ya no habrá más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos”. Yo quiero estar allí. ¿Y tú?