REFLEXIÓN PARA EL LUNES DE LA VIGÉSIMA SEXTA SEMANA DEL T.O.(2) 26-09-16

job

Desde hace una semana la liturgia nos ha estado presentando como primera lectura los libros sapienciales contenidos en el Antiguo Testamento de nuestra Biblia Católica. Hasta ahora hemos contemplado pasajes de Proverbios, Sabiduría y Eclesiastés (los libros sapienciales son siete, pero a la Biblia protestante le faltan dos: Sabiduría y Eclesiástico). Hoy tomados el inicio del libro de Job (1,6-22), que nos presenta la historia de un hombre recto y temeroso de Dios, a quien este había favorecido con toda clase de bendiciones.

La lectura, haciendo uso de esos antropomorfismos que encontramos en la Biblia, nos relata una conversación casual entre Dios y Satanás en la cual Dios se ufana ante este último de lo bueno que era su siervo Job. Satanás le responde que con todas las bendiciones que ha recibido, cualquiera puede ser bueno y temeroso de Dios. En una especie de “reto”, con el consentimiento de Dios, Satanás en un solo día le priva de sus hijos, sus rebaños, sus pastores y su salud. Es aquí cuando Job pronuncia su célebre exclamación: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor”. Es la respuesta que se espera de un verdadero creyente. En lugar de maldecir y renegar de Dios, Job acepta su sufrimiento y continúa alabando y bendiciendo el nombre del Señor. Pero este pasaje no es más que el primer episodio de un drama que se irá desenvolviendo a lo largo del libro. Job ganó el primer “round”, pero Satanás no se dará por vencido; volverá al ataque.

El libro de Job nos plantea la milenaria pregunta de por qué los justos, los inocentes, sufren. La respuesta de Job, aunque imperfecta, es un atisbo de la respuesta definitiva que Jesús habrá de brindarnos cinco siglos más tarde. Jesús, el “justo” por excelencia, despojado de todo, torturado, crucificado y muerto en la cruz. La pregunta lleva implícita otra sobre la retribución en el más allá, en la vida eterna, donde hemos de recibir esa corona de gloria que no se marchita (Cfr. 1Pe 5,4; 1Co 9,25). Y la contestación definitiva la encontraremos en Su gloriosa resurrección.

Este pasaje pretende enseñarnos que todo lo que tenemos es por pura gratuidad de Dios y que, por tanto, nada nos pertenece. “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga” (Mt 16,24; Cfr. Mc 10,17; Lc 18,18-23). La pregunta que debemos meditar hoy es: ¿Cuando sirvo a Dios y a mis hermanos, lo hago pensando en el “premio” que espero recibir en este mundo, o lo hago verdaderamente por amor a Dios y al prójimo? Piensa en lo más preciado que tienes y pregúntate: Si Dios me lo quitara hoy, ¿podría decir como Job “el Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor”? De la contestación a esa pregunta puede depender tu salvación…

Que pasen una hermosa semana llena de bendiciones, y de la PAZ que solo Dios puede brindarnos.

15 promesas, 10 bendiciones y 7 beneficios de rezar el Santo Rosario

 

Rosario de madera

La palabra rosario viene proviene de latín y significa “guirnalda de rosas”. La rosa es una de las flores más comúnmente usada para simbolizar la Virgen María. Si te preguntas, cuál es el sacramental más emblemático que poseemos los católicos, seguramente las personas re responderían que es “el Santo Rosario”.

En estos últimos años el rosario ha hecho una reaparición magistral, ya muchos católicos son los que lo rezan, y hasta, los que poco sabían de él, ya han aprendido a rezarlo en familia.

El Rosario es una devoción en honor de la Virgen María. Se compone de un número determinado de oraciones específicas. A continuación, una información acerca del Rosario que puede serte útil

Promesas del Rosario:

  1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
  2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
  3. El Rosario es una arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
  4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
  5. El alma que se encomiende a mi en el Rosario no perecerá.
  6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
  7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
  8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
  9. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
  10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
  11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
  12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
  13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mi al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
  14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
  15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

Bendiciones del Rosario: (Magisterio de los Papas)

  1. Los pecadores obtienen el perdón.
  2. Las almas sedientas se sacian.
  3. Los que están atados ven sus lazos deshechos.
  4. Los que lloran hallan alegría.
  5. Los que son tentados hallan tranquilidad.
  6. Los pobres son socorridos.
  7. Los religiosos son reformados.
  8. Los ignorantes son instruIdos.
  9. Los vivos triunfan sobre la vanidad.
  10. Los muertos alcanzan la misericordia por vía de sufragios

Beneficios del Rosario: (San Luis María Grignion de Montfort)

  1. Nos eleva gradualmente al perfecto conocimiento de Jesucristo.
  2. Purifica nuestras almas del pecado.
  3. Nos permite vencer a nuestros enemigos.
  4. Nos facilita la práctica de las virtudes.
  5. Nos aviva el amor de Jesucristo.
  6. Nos enriquece con gracias y méritos
  7. Nos proporciona con qué pagar todas nuestras deudas con Dios y con los hombres y nos consigue de Dios toda clase de gracias.

No dejes de rezar el Santo Rosario, y si aún no has comenzado a hacerlo, ten en en cuenta que tal vez, esta podría ser la manera en que Dios te está llamando a entrar a su redil, a ser su hijo, el hijo de su Santísima Madre, y hermano de su Hijo predilecto: a través del amor y la devoción a Maria, nuestra Madre por siempre.

Tomado de: http://es.aleteia.org/2016/01/13/15-promesas-10-bendiciones-y-7-beneficios-de-rezar-el-santo-rosario/

Artículo originalmente publicado por pildorasdefe.net