En este corto te compartimos nuestra explicación del título de Salud de los enfermos con el que invocamos la intercesión de la Santísima Virgen María en las letanías lauretanas.
En este corto te explicamos el origen del título “auxilio de los cristianos” con el que invocamos la intercesión de la Santísima Virgen María y de la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, y como ambas devociones están vinculadas a un mismo evento histórico.
En este corto te presentamos la devoción de los siete gozos de la Virgen María, el origen de esta, y cómo quedaron plasmados en la Corona franciscana de los siete gozos de María. #virgenmaría #sietegozosdemaría #lossietegozosdemaría #coronafranciscana #sietealegrías #sietedolores #piedadpopular
En este corto te explicamos cuándo y cómo las Letanías lauretanas fueron asociadas al rezo del Santo Rosario.
Si quieres saber el origen de las letanías lauretanas te invitamos a ver la cápsula mariana que aparece siguiendo este enlace: https://youtu.be/Fz36uaRTkTA
Hoy celebramos la memoria obligatoria (fiesta para nosotros los dominicos) de Nuestra Señora del Rosario, y nuestra Provincia Eclesiástica nos propone las lecturas propias de la celebración. Todas ensalzan la persona de María, especialmente en su dimensión orante.
Como primera lectura contemplamos Hc 1,12-14, que concluye con el colegio apostólico unidos en oración en compañía de algunas mujeres y de María, la madre de Jesús. Como salmo se nos regala el hermoso cántico del Magníficat (Lc 1,46-55) y, para el evangelio, el pasaje de la Anunciación (Lc 1,26-38). ¡Un verdadero banquete mariano! Y todas las lecturas nos apuntan al papel protagónico de la Santísima Virgen María en la labor redentora de su hijo y en la historia de la salvación.
Estas lecturas son tan ricas que podríamos predicar un retiro espiritual sobre cada una de ellas.
Por el momento, nos limitaremos a señalar que la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, que fue instituida por el Papa dominico san Pío V el 7 de octubre, en el aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la Batalla naval de Lepanto (1571) atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del rosario (originalmente se instituyó con el nombre de “Nuestra Señora de la Victoria”, y al año siguiente el Papa Gregorio XIII le cambió el nombre a la la fiesta por Nuestra Señora del Rosario.
La celebración de este día es una invitación para todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios.
Según la tradición, la Madre de Dios, en persona, le enseñó a Santo Domingo de Guzmán a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la fe. Nuestro Padre Domingo de Guzmán había ido al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense.
Luego de varios intentos no muy exitosos en su afán de convertir a los albigenses, Domingo se sentía un tanto defraudado, mas no falto de fe. Para ese tiempo inició una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada. Cuentan que mientras estaba en oración la Santísima Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.
Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito porque muchos albingenses volvieron a la fe católica.
Lamentablemente la situación entre albingenses y cristianos estaba además vinculada con la política, lo cual hizo que la cosa llegase a la guerra. Simón de Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante en Muret. De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y el resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario.
Con motivo de la celebración de octubre, mes del Rosario, les comparto todos los vídeos relacionados con esta hermosa devoción que hemos publicado en este, su canal. Espero que los disfruten y les ayuden en la celebración, y les estimulen a rezar asiduamente el Santo Rosario.
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En este corto vídeo te explicamos el origen y la justificación para la nueva invocación de Nuestra Señora en las letanías del Rosario como “Consuelo de los migrantes”.
Recalcamos el hecho de que la Santísima Virgen María, junto a su Hijo y esposo San José, fueron refugiados e inmigrantes en Egipto cuando huyeron de la persecución del rey Herodes.
No olvides ver el vídeo en YouTube, darle “Like”, dejar tu comentario en la plataforma YouTube, y compartir el enlace con tus amistades y comunidades de fe. De ese modo ayudas a propagar la devoción a Nuestra Madre del Cielo. Ella te sonreirá.
Te invitamos a ver el más reciente vídeo en nuestro Canal de YouTube De la mano de María TV, en el que te compartimos las siete (7) razones que nos comparte san Luis María Griñón de Montfort.
De paso, te invitamos a compartir el enlace con tus amistades y comunidades de fe y, si aún no lo has hecho, suscribirte al canal, asegurándote de pinchar la campanita para recibir las notificaciones sobre nuevos vídeos.
Hoy es 13 de mayo, fecha en que la Iglesia
conmemora la aparición de la Virgen María a los niños Lucía, Jacinta y
Francisco en un lugar llamado Cova de
Iría (Ensenada de Irene), cerca de Fátima, Portugal, aparición que dio
origen a la advocación de Nuestra Señora de Fátima.
La primera aparición estuvo precedida por
varias apariciones de un ángel que exhortó a los niños a orar repitiendo las
siguientes palabras: “Mi Dios, yo creo en ti, yo te adoro, yo te espero y yo te
amo. Te pido perdón por los que no creen, no te adoran, no te esperan y no te
aman”. Después de repetir esta oración tres veces, el ángel les dijo: “Oren de
esta forma. Los corazones de Jesús y María están listos para escucharlos”.
Me llama la atención el hecho de que cuando el
ángel del Señor se apareció a los niños les dijo: “No tengan miedo. Soy el
ángel de la paz. Oren conmigo”. No tengan
miedo. Las mismas palabras que el ángel le dijo a María en la Anunciación
(Lc 1,30).
El 13 de mayo de 1917, casi ocho meses después
de la última aparición del ángel, mientras pastoreaban el rebaño de su familia
en la Cova de Iría, la Santísima Virgen se le apareció a los niños bajo el
nombre de Nuestra Señora del Rosario. De hecho, el primer mensaje de la Virgen
a los niños fue que rezaran el Santo Rosario todos los días para traer la paz
al mundo. Para ese tiempo la Primera Guerra Mundial estaba en pleno apogeo.
Pero tal vez la aparición más conocida, por lo
espectacular y por el número de testigos (unas 70,000 personas), fue la última,
que ocurrió el 13 de octubre de 1917, en el mismo lugar. Es el llamado “milagro
de cielo de Fátima” o el “milagro del sol”. Este suceso se considera el
fenómeno sobrenatural más grande del siglo XX.
Según los múltiples relatos del suceso, luego
de una lluvia torrencial el sol salió, y ante la mirada atónita de los
presentes, giró tres veces sobre sí mismo mientras emitía luces de múltiples
colores, dando la impresión de que iba a caer sobre ellos, lo que provocó que
muchos gritaran de miedo. Mientras esto sucedía, los niños videntes tuvieron
visiones de San José con el Niño, Nuestra Señora de los Dolores, y Nuestra
Señora del Carmen. Este fenómeno del sol duró aproximadamente diez minutos y,
al terminar, las ropas de todos los presentes, que se habían empapado con la
lluvia torrencial, estaban totalmente secas, al igual que el suelo del lugar.
Pidamos a Nuestra Señora de Fátima que nos
ayude a perseverar en el rezo del Santo Rosario, y que lleve nuestras súplicas
a su Hijo para que el mundo alcance la paz que tanto anhelamos, sobre todo en
el Mediano Oriente, para que termine la matanza de cristianos.
Repitamos la oración que el ángel enseñó a los
pastorcitos:
“Mi Dios, yo creo en ti, yo te adoro, yo te
espero y yo te amo. Te pido perdón por los que no creen, no te adoran, no te
esperan y no te aman”. Amén.