La Iglesia acepta la cremación pero recomienda la sepultura

card-gerhard-muller-zenit-cc-740x493

(ZENIT – Ciudad del Vaticano). La instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sobre la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación, con el título Ad resurgendum cum Christo ha sido presentada hoy martes en la sala de prensa de la Santa Sede. Lo hicieron el cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe; su consultor Ángel Rodríguez Luño; y el padre Serge-Thomas Bonino, O.P., secretario de la Comisión Teológica Internacional.

El cardenal Müller señaló que la cremación debido a su incremento será considerada como práctica ordinaria. Y a este desarrollo, ha advertido, le acompaña otro fenómeno: “la conservación de las cenizas en un ambiente doméstico, su conservación en recuerdo conmemorativos o su dispersión en la naturaleza”.

Por ello la preocupación específica de este documento se refiere a la conservación de las cenizas, sin olvidar que “la Iglesia recomienda vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar los cuerpos de los difuntos”, aunque la cremación “no está prohibida a no ser que esta haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana”.

Entretanto no existía una normativa canónica sobre la conservación de las cenizas, por tal razón algunas conferencias episcopales pidieron a la Congregación para la Doctrina de la Fe, unas pautas sobre cómo y dónde conservar la urna funeraria, indicó.

El cardenal reiteró que “la Iglesia sigue recomendando insistentemente que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en el cementerio o en otro lugar sagrado”. Además la inhumación “es la forma más idónea para expresar la fe y la esperanza en la resurrección corporal”.

Reconoció que puede haber motivaciones legítimas para elegir la cremación del cadáver, pero tienen que ser conservadas normalmente en un lugar sacro, o sea, en un cementerio o lugar sagrado, y que es necesario evitar equívocos panteístas o naturalistas, por lo que “no está permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra, en el agua o de otra manera, o convertir las cenizas en recuerdos conmemorativos”.

Con esta nueva instrucción, indicó el purpurado, queremos contribuir “para que los fieles cristianos tomen una ulterior conciencia de su dignidad”. Y concluyó recordando que es necesario “evangelizar el sentido de la muerte a la luz de la fe en Cristo Resucitado”.

Respondiendo a ZENIT el padre Bonino señaló que el proceso de la cremación no es natural como la inhumación, porque interviene la técnica. “Es un proceso en el cual el hombre intenta tener dominio sobre la vida y la muerte”. Tiene algo de brutal –ha observado– porque destruye enseguida el cuerpo sin dejar a las personas cercanas la posibilidad de hacer esta operación de aceptación a través del tiempo, como en una especie de privatización de la muerte.

El padre Bonino señaló también que en la instrucción apenas publicada, no hay que olvidar la primera parte sobre la sepultura del difunto y que se ha querido “reiterar las razones doctrinarias y pastorales para la preferencia de la sepultura de los cuerpos” que la Iglesia “recomienda insistentemente”.

El padre Rodriguez Luño añadió que el documento muestra la atención de la Iglesia para que los cuerpos de los difuntos de los fieles “sean inspirados por el respeto y caridad y pueda expresar adecuadamente el sentido cristiano de la muerte y la esperanza en la resurrección del cuerpo”.

Tomado de: https://es.zenit.org/articles/card-muller-la-iglesia-acepta-la-cremacion-pero-recomienda-sepultura/

Vaticano: Cenizas de difuntos no deben esparcirse tras cremación

Cremation Urn 600x600

“La Librería Editora Vaticana presentó recientemente la segunda edición del Rito de exequias, en la que se subraya que los católicos no deben esparcir las cenizas de un difunto luego de ser cremado, ya que esa práctica, muy de moda actualmente, es contraria a la fe cristiana. Las cenizas deben ser enterradas.

“En este documento en italiano, que fue presentado en la sede de Radio Vaticana, se ha revisado todos los textos bíblicos y de oración, y se ha incluido un apéndice dedicado enteramente a las exequias en el caso de la cremación.

“Mons. Angelo Lameri, de la Oficina Litúrgica Nacional de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), explicó que se ha colocado la cremación en un apéndice aparte para subrayar el hecho de que la Iglesia, ‘aunque no se opone a la cremación de los cuerpos cuando no se hace ‘in odium fidei’ (por odio a la fe), sigue considerando que la sepultura del cuerpo de los difuntos es la forma más adecuada para expresar la fe en la resurrección de la carne, así como para favorecer el recuerdo y la oración de sufragio por parte de familiares y amigos’.

“El texto también señala que excepcionalmente, los ritos previstos en la capilla del cementerio o ante la tumba se pueden celebrar en el lugar mismo de la cremación.

“Se recomienda además el acompañamiento del féretro a dicho lugar. De especial importancia es la afirmación de que ‘la cremación se considera concluida cuando se deposita la urna en el cementerio‘.

“Todo esto porque aunque algunas legislaciones permiten esparcir las cenizas en la naturaleza o conservarlas en lugares diversos del cementerio, ‘estas prácticas producen no pocas perplejidades sobre su plena coherencia con la fe cristiana, sobre todo cuando remiten a concepciones panteístas o naturalistas’.

“Otra de las novedades del rito de las exequias se refiere al momento de la visita de la familia, que no se contemplaba en la edición anterior. Mons. Lameri afirma al respecto que ‘para un sacerdote, es un momento para compartir el dolor, escuchar a los familiares afectados por el luto, y conocer algunos aspectos de la vida de la persona difunta con el fin de ofrecer un recuerdo correcto y personalizado durante la celebración de las exequias’.

“Otra novedad es la secuencia ritual, revisada y enriquecida, en el momento de cerrar el ataúd. Se proponen textos adecuados a diversas situaciones: para una persona anciana, para una persona joven, para quien ha muerto inesperadamente.

“Una nueva adaptación permite ahora pronunciar palabras de cristiano recuerdo del difunto en el momento de la despedida. Asimismo, se ha añadido una amplia propuesta de formularios para la oración de los fieles.

“El nuevo Rito de las exequias quiere ser también un instrumento para profundizar en la búsqueda del sentido de la muerte.

“El Obispo Alceste Catella, Presidente de la Comisión Episcopal para la liturgia de la CEI, señaló para concluir que ‘este libro atestigua la fe de los creyentes y el valor del respeto y de la ‘pietas‘ hacia los difuntos, el respeto por el cuerpo humano incluso cuando ya no tiene vida’.

“‘Testimonia la fuerte exigencia de cultivar la memoria, de tener un lugar cierto en el que deponer el cadáver o las cenizas, en la certeza profunda de que Esto es auténtica fe y humanismo auténtico’, concluyó”.

Tomado de ACIPRENSA – Ver articulo completo en:  https://www.aciprensa.com/noticias/vaticano-cenizas-de-difuntos-no-deben-esparcirse-tras-cremacion/