¡De vuelta a la batalla!

Frente a la Basílica de Santa Sabina, en Roma, sede de la Orden de Predicadores, en donde asistimos a la reunión anual del Consejo Internacional de la Familia Dominicana, junto al Maestro de la Orden.

Frente a la Basílica de Santa Sabina, en Roma, sede de la Orden de Predicadores, en donde asistimos a la reunión anual del Consejo Internacional de la Familia Dominicana, junto al Maestro de la Orden.

Después de cumplir con nuestros compromisos con la Orden de Predicadores (el Consejo Internacional de la Orden), ya estamos de regreso a nuestra “brega” diaria lanzando las redes para “atrapar” almas para el cielo. Doy gracias a Dios por este privilegio, fruto de su gratuidad. Le pido me de la salud y perseverancia para poder continuar cumpliendo con esa encomienda.

Gracias también a ustedes por sus mensajes de aliento.

INTERRUPCIÓN TEMPORAL DE REFLEXIONES

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Por motivo de nuestras obligaciones para con la Orden de Predicadores, estaremos interrumpiendo nuestras reflexiones diarias a partir de mañana. Las reanudaremos, Dios mediante, el próximo miércoles, 9 de noviembre.

Como siempre, les exhortamos a visitar http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas y allí pulsar “Comentario” en la fecha correspondiente para leer una reflexión sobre las lecturas del día.

Les ruego oren por este servidor y por nuestra misión y trabajo para la Orden de Predicadores y nuestra Iglesia.

REFLEXIÓN PARA EL JUEVES DE LA TRIGÉSIMA PRIMERA SEMANA DEL T.O. (2) MEMORIA OBLIGATORIA DE SAN MARTÍN DE PORRES 03-11-16

He tenido la dicha de orar sobre la tumba de este gran santo en dos ocasiones.

He tenido la dicha de orar sobre la tumba de este gran santo en dos ocasiones.

Una de las características del verdadero discípulo de Jesús que hemos enfatizado en numerosas ocasiones, es la radicalidad del seguimiento. Para el verdadero discípulo de Jesús no puede haber nada más importante que Él. No puede haber nada que se anteponga a Él; nada que “compita” con Él; nada que sea un obstáculo entre Él y nosotros.

En la primera lectura de hoy (Fil 3,3-8a) san Pablo comienza por describirse a sí mismo, y la posición privilegiada que ocupaba dentro del esquema social y religioso del pueblo judío: “circuncidado a los ocho días de nacer, israelita de nación, de la tribu de Benjamín, hebreo por los cuatro costados y, por lo que toca a la ley, fariseo; si se trata de intransigencia, fui perseguidor de la Iglesia, si de ser justo por la ley, era irreprochable”. A lo que yo añadiría que Saulo de Tarso venía de una familia de comerciantes acaudalada y, no solo era fariseo, sino que había estudiado en la escuela del maestro de fariseos más prestigioso de su época, llamado Gamaliel.

Pablo venía de un ambiente religioso basado en medios humanos, en el estricto cumplimiento de unas reglas de conducta, en unos “títulos”. Sin embargo, cuando tuvo aquél encuentro personal con Jesús en el camino a Damasco, su vida cambió. Lo abandonó todo por el Reino. “Todo eso que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo; más aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo”.

No hay duda que Pablo está siguiendo el modelo evangélico del perfecto discípulo que nos presenta Jesús. Una vez conocemos a Jesús y optamos por el Reino, ya no hay marcha atrás (Cfr. Lc 9,62); no puede haber nada más importante. Todos los “valores” de este mundo son inútiles para nuestra salvación y, más aún, pueden convertirse en obstáculos. Por eso tenemos que estar dispuestos a desprendernos de ellos, dejarlos atrás, como el exceso de carga que se arroja por la borda del buque a punto de zozobrar para poder mantenerlo a flote. “Todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo”…

Hoy la Iglesia en Puerto Rico celebra la memoria de San Martín de Porres.  Celebrar la persona y la vida de tan insigne santo de la Orden de Predicadores (Dominicos), que supo forjar su santidad desde la humildad y la humillación, haciéndose de ese modo grande ante los ojos de Dios, nos invita a hacer introspección de nuestra propia vida.

Contrario a Saulo de Tarso, San Martín de Porres no pertenecía a la clase privilegiada; era un mulato bastardo que ingresó en la Orden de Predicadores (Dominicos) aún a sabiendas de que por su raza y condición social nunca se le permitiría ordenarse sacerdote, y ni tan siguiera ser fraile lego. Al entrar en la Orden lo hizo como “aspirante conventual sin opción al sacerdocio”, “donado”, realizando las labores más serviles en su comunidad. Martín sintió el llamado y no permitió que nada se interpusiera entre el seguimiento de ese llamado y él. Allí vivió una vida de obediencia, humildad, espiritualidad, castidad y entrega total al prójimo que le ganaron el respeto de todos y le hicieron acreedor a la santidad.

¡San Martín de Porres, ruega por nosotros!

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO PATRONA DE LA ORDEN DE PREDICADORES (DOMINICOS)

Sto Dgo Rosario

Estamos celebrando el mes del Rosario, y dentro de este mes celebramos también la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, que fue instituida por el Papa dominico san Pío V el 7 de Octubre, en el aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la Batalla naval de Lepanto (1571) atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del rosario. La celebración de ese día es una invitación para todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios.

Según la tradición, la Madre de Dios, en persona, le enseñó a Santo Domingo de Guzmán a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe. Nuestro Padre Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense.

Luego de varios intentos no muy existosos en su afán de convertir a los albigenses, Domingo se sentía un tanto defraudado, mas no falto de fe. Para ese tiempo dio inicio a una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada. Cuentan que mientras estaba en oración la Santísima Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito porque muchos albingenses volvieron a la fe católica.

Lamentablemente la situación entre albingenses y cristianos estaba además vinculada con la política, lo cual hizo que la cosa llegase a la guerra. Simón de Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante en Muret. De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y el resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario.

Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (más conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen.

El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Santo Domingo referentes al rosario.

Adaptado de:

http://www.corazones.org/maria/rosario_historia.htm

Nuevos cursos Instituto Fray Luis Cáncer, O.P.

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Aprovecha esta oportunidad para seguir formándote. El Instituto Fray Luis Cáncer, O.P., estará ofreciendo tres cursos cortos de siete sesiones este semestre.

Este servidor estará a cargo del curso Apariciones Marianas del Siglo XX, todos los lunes de 7:00 a 8:30 PM., en el salón parroquial de la Parroquia Invención de la Santa Cruz (Plaza de Bayamón). El salón está ubicado en la parte de atrás del templo parroquial (Calle Degetau #12).

Los otros cursos se ofrecerán en las facilidades del Centro de Estudios de los Dominicos del Caribe (CEDOC), al lado del Convento Nuestra Señora del Rosario, Calle Capitán Correa N-27, Reparto Flamingo, Bayamón.

El costo de matrícula es $30.00 por curso. Se ofrecerá certificado.

Gracias nuevamente por sus oraciones.

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Queridos hermanos y hermanas en Jesús y María:

Como algunos sabrán, a principios de esta semana pasada tuve otro episodio cardíaco que requirió nuevamente hospitalización y cateterismo, pero esta vez me llevé mi iPad y un teclado inalámbrico, y gracias a Dios y a su Santísima Madre, logré continuar publicando mis reflexiones diarias a través de mi teléfono celular desde mi cama de hospital.

En esta ocasión no fue necesario instalarme otra malla metálica (stent) en una de las coronarias (angioplastía), como la semana anterior, sino que decidieron tratarme con medicamentos a largo plazo.

El Señor y la Orden de Predicadores me llaman a servirle, pero tengo que tomar decisiones importantes al respecto durante las próximas 24 a 48 horas.

Le ruego me mantengan en sus oraciones para que el Señor me de el discernimiento para escuchar su Voz y acatar su Santa Voluntad.

Gracias nuevamente por sus múltiples mensajes de apoyo y solidaridad, pero sobre todo por sus oraciones.

En Cristo y María,

Héctor L. Márquez, OP

REFLEXIÓN PARA EL VIERNES DE LA QUINTA SEMANA DE PASCUA (Y FIESTA DE SANTA CATALINA DE SIENA) 29-04-16

El 29 de abril de 2006, Fiesta de Santa Catalina de Siena, hice mi promesa perpetua en la Tercera Orden de Santo Domingo de Guzmán.

El 29 de abril de 2006, Fiesta de Santa Catalina de Siena, hice mi promesa perpetua en la Tercera Orden de Santo Domingo de Guzmán.

Hoy es un día sumamente importante para mí: Fiesta de Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia, terciaria dominica, y patrona de los Laicos dominicos. También hoy celebro el décimo aniversario de mi profesión perpetua como Laico de la Orden de Predicadores.

Aunque para la Provincia Eclesiástica de Puerto Rico es Memoria obligatoria, para nosotros los dominicos es Fiesta, por lo que contemplamos las lecturas propias de la misma. El año pasado reflexionamos sobre dichas lecturas y la vida de esta gran santa.

Mientras tanto, continuamos nuestra ruta pascual hacia Pentecostés, que está dominada por la acción del Espíritu Santo en Hechos de los Apóstoles y el mandamiento del Amor en el Evangelio según san Juan.

“Esto les mando: que se amen unos otros”. Con este mandato de parte de Jesús comienza y cierra el evangelio para hoy (Jn 15,12-17). Es con este mandamiento que Jesús “lleva a plenitud la ley”, y nos libera de aquella “pesada carga” en que los fariseos y sacerdotes de su tiempo habían convertido la Ley de Moisés. Ya no se trata de un mero cumplimiento ritualista, se trata de entender y cumplir los mandamientos desde una nueva óptica; la óptica del amor, conscientes de que hemos sido elegidos por Dios, por mera gratuidad, por amor, con todos nuestros defectos. Y Él mismo nos ha destinado para que vayamos y prodiguemos ese amor y demos fruto, y nuestro fruto dure.

Este celo de dar a conocer la Buena Nueva del Reino de Dios, que está cimentado en el amor, es lo que impulsa a los apóstoles en la primera lectura de hoy (Hc 15,22-31) a enviarles una palabra de aliento a aquellos primeros cristianos de Antioquía que estaban angustiados ante las pretensiones de los judaizantes y los fariseos convertidos al cristianismo, quienes predicaban que los paganos que se convertían tenían que observar las leyes y preceptos judíos, incluyendo la circuncisión. Ellos se sintieron amados por Dios, y ese amor es tan intenso que hay que compartirlo con todos, sin importar que sean “diferentes”.

Y el que dispensa ese amor es el Espíritu Santo que, como hemos dicho en ocasiones anteriores, es el Amor que se profesan el Padre y el Hijo que se derrama sobre nosotros. Ese Espíritu fue el que llevó a los participantes de aquél primer concilio ecuménico de Jerusalén a decidir que no era necesario “judaizarse” para hacerse cristiano; que bastaba con creer en Jesús y en la Buena Noticia del Reino para pertenecer a la Iglesia, el nuevo Pueblo de Dios. Por eso preceden su mensaje con las palabras: “Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros,…”

El mensaje de Jesús es sencillo: “Esto les mando: que se amen unos otros”. En ese corto mensaje está encerrada toda su doctrina. Porque su Palabra es la fuente inagotable de alegría; de la verdadera “alegría del cristiano”. Por eso la primera lectura nos dice que: “Al leer aquellas palabras alentadoras, se alegraron mucho”.

“Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros”… ¿Invocas al Espíritu Santo cada vez que tienes que tomar una decisión importante? ¿Te acercas con humildad a María, la madre de Jesús, la “sobreabundante”, para que comparta contigo esa Gracia divina que ha hecho maravillas en ella (Cfr. Lc 2,49)?

Hoy Jesús continúa diciéndonos lo mismo: “Esto les mando: que se amen unos otros”. ¿De verdad crees en Jesús y le crees a Jesús? ¡Que se te note!

VERITAS

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Un reciente intercambio de opiniones con una hermana me hizo recordar la famosa frase de Santo Tomás de Aquino: “La verdad, aunque la diga el diablo, sigue siendo verdad, y los amantes de la verdad deben prestarle atención, no tanto por quien lo dice, sino por lo que dice”.

Comentando sobre esa frase, y otra similar atribuida a san Ambrosio ( “La verdad, la diga quien la diga, proviene del Espíritu Santo”), fray Martín Gelabert, O.P., comenta: “El pensamiento de Tomás de Aquino tiene una interesante aplicación: hay que saber buscar la verdad incluso donde parece que sólo hay error y mentira. O dicho de forma más suave: hay que buscar la verdad debajo de muchas reacciones desconcertantes y de muchas cosas con las que no estamos de acuerdo. Pues buscando la verdad que puede haber en ellas tenemos una posibilidad de reorientarlas, de reconducirlas al buen camino. Si solo condenamos, no hay modo de “encontrarnos” con el diferente, ni de evangelizar. Hay que buscar un punto de encuentro, un punto de partida, una base buena en el otro desde la que poder construir. Partir de su parte de verdad, de su lado bueno, buscar la verdad y el bien incluso allí donde no es fácil encontrarlo, pero seguros de que algo bueno tiene que haber”.

De lo contrario, permaneceremos en la oscuridad…

Por eso el lema de nuestra Orden de Predicadores es “VERITAS”. ¡Por eso soy dominico!

Héctor L. Márquez, O.P., Laico Dominico

Tomado de: http://cofalc.org/2016/03/veritas/

Interrupción temporal de reflexiones…

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Queridos hermanos en Jesús y María:

Una vez más nos vemos obligados a interrumpir por varios días (hasta el próximo domingo) nuestras reflexiones diarias para cumplir con nuestras responsabilidades en la Orden de Predicadores.

Les pido oración para el éxito de nuestra gestión, y que la misma sea para la gloria de Dios y el bien de la Orden y nuestra Iglesia.

Héctor, O.P.